Hoy, la estrella es la gamba de Garrucha. Un gamba procedente de la costa almeriense, que vive a unos 600 metros de profundidad, donde, lejos de la claridad, se alimenta de corales. Estas circunstancias marcan su extraordinario sabor, de matices simultáneos entre dulces y marinos, y sus bellas tonalidades. Un productazo.
Además, en nuestra pertinaz (y tan pregonada) búsqueda por la excelencia, pedimos a los pescadores que no añadan ningún tipo de conservante (sulfitos y demás) a esta gamba que nos envían. Con esta decisión, que despierta muchas reticencias en general en todos los pescadores, pues acorta sensiblemente el tiempo para el consumo del ingrediente, logramos respetar toda la pureza de la gamba.
Es nuestra apuesta: ofrecer la mejor gamba fresca posible y venderla el mismo día de su llegada a Lakasa. ¡Vamos a por ello!
La prepararemos asada, muy brevemente en el horno de brasas, con el fin solo de entibiarla y apreciar en boca toda su jugosidad y gama de sabores. Y, como con el resto de "lakarta", también la tendremos disponible en nuestra barra.