Su cualidad más destacable es la versatilidad. Con la garnacha se obtienen tanto vinos ligeros como de medio cuerpo y, también, vinos bien estructurados.
Es una variedad de grano grande, que se oxida con facilidad en la fermentación y con un alto contenido en alcohol. Por estos motivos siempre se ha utilizado en coupage, completando la elaboración del vino de otras uvas.
En Lakasa, tenemos referencias 100% garnacha procedentes de Madrid, de las dos cordilleras de Gredos, de Aragón, de Navarra, de Rioja, e, incluso, de Francia. Y está presente en coupage en otras numerosas denominaciones. Vinos todo ellos que bien se elaboran de forma convencional o de manera natural.
Esta versatilidad de la garnacha debe quitarnos de la cabeza la idea de que siempre nos enfrentamos ante vinos con mucho cuerpo. Hay tanta variedad de vinos con esta uva como elaboradores que la emplean.
De entre todas las garnachas que en la actualidad ofrecemos en Lakasa, hoy nos quedamos con Malayeto, de Viñas Zorzal, @vinazorzalwines en Navarra, un proyecto con viñedos de 80 años, trabajados de manera ecológica que, en comparación con otras marcas, la botella perfectamente podría tener un precio de unos 50 euros; no es el caso, y bien que se agradece.