Del letrero al convencimiento
El letrero es antológico. Tanto como para querer encaramarnos, tras el correspondiente permiso, al edificio de oficinas del que cuelga dicho rótulo en plena glorieta del Cuatro Caminos y hacernos la foto ante la atónita mirada de los transeúntes. Una imagen para una temporada capital en lakasa. Todo va a ir bien. Hacemos de ese eslogan arrollador nuestro convencimiento.
Entre las proclamas más sólidas que tenemos en este tiempo se encuentra la búsqueda de nuevos productos. El camino abierto el curso pasado con Antony y sus quesos y la reveladora relación con el pan de la gente de Panic ha sido muy gratificante y nos espolea de una manera firme para llevar esta filosofía de trabajo a cada rincón de nuestra carta. Los frutos rojos de Lozoya, la leche cruda de Galicia, las pruebas con corderos de Colmenar y la amplia red que vamos tejiendo para nuestro suministro de pequeños productores de fruta y verdura en los alrededores de Madrid son algunas muestras del arduo y meticuloso trabajo que llevamos a cabo. El asunto ya trae de cabeza a las empresas de servicio de transportes, pues no se explican como un restaurante recibe tan variados y delicados paquetes.
Otro foco de atención quedará depositado en el otoño y en su discurso. La tórtola y la grouse acaban de entrar por la cocina; mientras los patos y las primeras piezas de caza mayor ya andan impacientes llamando a la puerta. Pinta un año excelente para las setas, de todas ellas daremos buena cuenta. Y en pescados, la corvina y el bonito serán personajes principales en toda esta obra.
Y en vinos, lo mejor es darle la palabra a Marco para que explique hacia donde se dirigen nuestras intenciones. El siguiente video lo empleamos para este fin y para mostrar todo esto de lo que hemos estado hablando. Ojalá nos hayamos sabido explicar.
Feliz inicio de otoño.