La secuencia fue como la contamos a continuación: leyendo el blog de Juan Echanove, en la entrada de Los productores, conocimos de la existencia de Luismi, un afinador de carnes en el País vasco que, según las palabras del entrañable Juan, posee la mejor carne de vaca que se puede comer hoy en día en España. Ver el video que Luismi tiene colgado en su web y querer traer su carne a lakasa fue todo uno; a los diez minutos nos estábamos presentando por teléfono para realizar un primer pedido; a los dos días, el primer lomo entraba por la puerta de la cocina.
A partir de ese momento, para continuar con el relato, le damos la palabra al video de hoy…
Traer el lomo de carne a lakasa desde cárnicas Luismi supone afianzar convicciones: aportar la emoción y el sentimiento por hacer las cosas que nos apasionan; el afán de superación por aspirar a ser cada día un poco mejores; meterle adrenalina a nuestra cocina con un punto de locura para superar los miedos de si gustará o será rentable; y obtener la paz y una inmensa alegria al alcanzar los objetivos. En definitiva, vivir. Todo esta reflexión nos lo ha provocado el lomo de Luismi, él solito: el lomo de carne como espejo de la vida.